Prácticamente desde sus inicios, la moneda griega se caracterizó por la diversidad estilística y tipológica que presentaban sus emisiones. Cada ciudad-estado acuñaba sus propias monedas y sus órganos de emisión, decidían las representaciones que portaban: divinidades, armas, animales, cerámica, etc. La variedad de representaciones fue tan amplia, que incluso dentro de una misma ciudad encontramos monedas con el mismo valor pero apariencia diferente.



Subasta 145. Sicilia. Agrigento. Tetradracma.


Por ello, los diseños o "tipos monetales" tenían tanta importancia, pues debían ser distintivos de su ciudad, ejerciendo como símbolo de ella en las transacciones, al tiempo que servían para identificar su origen. No es que se escogiera un emblema de la polis para plasmarlo en las monedas, sino que lo que se representara en ellas, sería a partir de entonces considerado como tal.



Subasta 145. Rhegium. Bruttium. Estátera.

Teniendo en cuenta el poco espacio con el que se contaba par las representaciones, los tipos debían ser claros y con un lenguaje muy directo, para que cualquier persona ajena a ella, pudiera identificar fácilmente su procedencia. En general, podemos decir que la moneda griega fue muy conservadora en la elección y mantenimiento de los tipos escogidos, lo cuál facilitó la identificación de la pieza más allá de sus fronteras.


La vasta extensión, tanto cronológica como geográfica, en la que se enmarca la emisión y circulación de la moneda griega, le convierte hoy por hoy en una importante y profusa fuente de recursos iconográficos, de los que podemos extraer gran información de su vida social, religiosa, económica, etc. En esta ocasión, queremos destacar aquellas con referencias a las industrias y fuentes de recursos económicos de la polis, donde nos llegan a mostrar la especialidad y especialización de su economía.



Subasta 145. Lucania. Metaponto. Estátera.

Esta exposición de los recursos de la polis: cereales, pesca, olivos, viticultura, etc., fue en su momento, una forma de divulgar y enaltecer su principal recurso económico. Al tiempo que para nosotros supone una fuente de estudio pues, en algunos casos, las representaciones son tan espléndidas y detalladas que podemos adivinar el tipo de uva o semilla de cereal que cultivaron en determinadas zonas. Descubrimos, así, otra función desarrollada por la moneda, no sólo como medio de pago, sino como un elemento publicitario de los recursos de la polis, mostrándose como icono de su patria, allá donde llegara a través de las distintas transacciones. 


Y es que la moneda ha ejercido a lo largo de la Historia una importante labor de comunicación, transmitiendo a sus usuarios mensajes de interés político, económico, histórico, etc., revelándose como un elemento de propaganda de gran utilidad para el Estado.