FELIPE V

No sabemos a ciencia cierta el motivo de la realización de estas piezas, propias de la ceca de Potosí, que se fabricaron en plata en distintos valores desde finales del reinado de Felipe IV hasta el de Fernando VI. Unos dicen que fue un invento de los mercaderes de plata que acuñaban sus metales en esa ceca y que luego las vendían en su propio beneficio, otros creen que están relacionados con la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y con su uso como profiláctico o también de simple ostentación, por eso su agujero, pero en realidad ambas teorías pueden unirse sin ningún problema. No hay documentación específica que nos informe sobre su realización diferenciada del resto de las piezas, salvo la referencia documental encontrada por Glenn Murray que nos dice que el registro de estas monedas está incluido en el peso en marco de los galanos. En cualquier caso, son preciosas monedas que marcan una etapa concreta de la historia monetaria de Potosí que se pusieron de moda entre la sociedad de la época y por ello se fabricaron en todos los módulos de las piezas de plata, desde el medio real al real de a ocho, respetando siempre la metrología oficial. Del reinado de Felipe V tenemos ejemplares concretos de todos los valores y esta de 1716 se relaciona con el final de la Guerra de Sucesión y la reapertura de las rutas de navegación entre España y América, que va a poner fin a muchas situaciones precarias. Por ejemplo, en 1716 llegó a haber cuatro personas que de forma consecutiva ejercieron el cargo de Virrey de Perú, además se va a trasladar la Casa de la Contratación de Sevilla a Cádiz (1717) para fomentar y controlar el cada vez más activo comercio con las Indias.