JUANA Y CARLOS

Tras la muerte del rey Católico (1516) el príncipe Carlos dio un golpe de estado en los Países Bajos y se proclamó rey de Castilla y de Aragón junto a su madre, doña Juana, emitiendo allí moneda castellana a nombre de ambos. Esto provocó una conmoción en los reinos hispánicos, por lo que el nuevo monarca tuvo que negociar su reconocimiento tras su llegada a España, convocando Cortes y jurando los Fueros, y, aun así, en la Corona de Aragón se le pusieron numerosos impedimentos, no queriendo reconocer a doña Juana como su reina por no considerarla mentalmente capaz para jurar los fueros. En este contexto, Carlos consiguió ser reconocido como rey en todos los territorios hispánicos, pero, para dejar claro que su poder procedía dinásticamente de su madre, realizó diversas acuñaciones en oro en Aragón y Barcelona en las que aparecían los bustos de ambos. Muchas de ellas no llevan fechas, pero los dobles principats de Barcelona también se conocen con fechas de 1521, 1531, 1532 y 1536, que se diferencian principalmente por la ordenación heráldica del escudo del reverso. En estas monedas los bustos afrontados aparecen con el cetro del poder entre ambos y bajo el eslabón del Toisón borgoñón. Además el nombre de la reina precede al del rey, mostrando la jerarquía madre-hijo, contrariamente a las monedas matrimoniales, donde el nombre del marido va delante del de la esposa. También llevan la titulación aragonesa y barcelonesa y el escudo del reverso muestra un terciado en palo con las barras dinásticas y las armas de los reinos de Nápoles (solo con la cruz de Jerusalén, sin las fajas de Hungría) y de Aragón-Sicilia.