ARQUEOLOGÍA

Si bien el tipo de exvoto ibérico más conocido son las pequeñas figuras humanas realizadas en bronce, de los que son buena muestra las halladas en los santuarios de la zona de Despeñaperros (Jaén), tampoco es raro que estos objetos votivos se realicen en terracota o piedra y que representen figuras zoomorfas. Un buen ejemplo son los caballos del santuario de El Cigarralejo (Murcia) y en otros yacimientos como el Cerro de los Santos (Albacete) se han documentado también bóvidos y cápridos, de estilo similar al que presentamos aquí. La pieza está labrada de un modo tosco, en un bloque casi cúbico que recuerda en su estilo a los verracos de la región vettona. Aunque no ofrece ningún detalle que permita asegurar de qué animal se trata, por ser una figura geminada, pensamos que representa una pareja de bueyes, mejor que toros. Ex colección Cores.