IMPERIO ROMANO

El corto mandato de Nerva (septiembre del 96 a enero del 98) supuso la transición entre los conocidos como “doce césares” y los llamados “emperadores adoptivos”. Marcus Cocceius Nerva, descendiente de una prestigiosa familia de cónsules y juristas, no parecía un candidato posible para el principado: en el momento del asesinato de Domiciano (96 d.C.), contaba ya con 66 años de edad, estaba enfermo y no tenía descendencia. Además, había apoyado en su momento a Nerón y posteriormente a los Flavios, aunque parece que en los últimos años había perdido el favor del impopular Domiciano. Sin embargo, en su ascenso al trono pesó más su fama de senador prudente y capacitado. Consciente de que no contaba con el apoyo de las legiones, nombró como sucesor al victorioso general Trajano, con lo que se granjeaba el apoyo del ejército. Su adopción (octubre del 97) se considera un hito en la historia de Roma, no porque se tratara de alguien ajeno a la familia imperial y cuya elección estuvo determinada por su popularidad entre los soldados, sino porque Trajano se convertiría en el primer emperador romano que no había nacido en Italia.